Una investigación cuantifica cómo repercutirá el calentamiento en los precios de la compra en las próximas décadas
Los precios de los alimentos y la inflación general aumentarán a medida que suban las temperaturas debido al cambio climático, según ha desvelado un nuevo estudio realizado por el instituto Postdam (Alemania) y el Banco Central Europeo. La investigación demuestra que el calentamiento global afectará cada vez más al bolsillo de los consumidores y cuantificado dicha subida de precios.
Analizando los precios mensuales de los alimentos y otros productos, las temperaturas y otros factores climáticos en 121 países desde 1996, los investigadores calculan que las «perturbaciones meteorológicas y climáticas» harán que el coste de los alimentos aumente entre 1,5 y 1,8 puntos porcentuales anuales en una década aproximadamente, e incluso más en lugares ya calurosos como Oriente Medio, según un estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment. España será uno de los lugares más perjudicados por esta tendencia.
Y eso se traduce en un aumento de la inflación general de entre 0,8 y 0,9 puntos porcentuales para 2035, solo a causa del clima extremo provocado por el cambio climático, según el estudio.
Esas cifras pueden parecer pequeñas, pero para bancos como la Reserva Federal de EE.UU., que luchan contra la inflación, son significativas, dijo el autor principal del estudio, Max Kotz, científico del clima en el Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático en Alemania.
«Los impactos físicos del cambio climático van a tener un efecto persistente sobre la inflación», afirmó Kotz. «Este es realmente, desde mi punto de vista, otro ejemplo de una de las formas en que el cambio climático puede socavar el bienestar humano, el bienestar económico».
La inflación subirá más en 2060
Y para 2060, la parte de la inflación provocada por el clima debería crecer aún más, pues se prevé que los precios mundiales de los alimentos aumenten entre 2,2 y 4,3 puntos porcentuales al año, según el estudio. Esto se traduce en un aumento de la inflación general de entre 1,1 y 2,2 puntos porcentuales.
Gernot Wagner, economista especializado en el clima de la escuela de negocios de la Universidad de Columbia que no participó en la investigación, afirmó que lo que él denomina «inflación climática» es «demasiado real y las cifras son bastante sorprendentes».
Kotz y los economistas del Banco Europeo analizaron 20.000 datos para hallar una relación causa-efecto entre las condiciones meteorológicas extremas, especialmente el calor, y la subida de precios. A continuación, analizaron las previsiones futuras del cambio climático y observaron un verdadero shock en los precios.
Normalmente, cuando los economistas hablan de inflación y cambio climático, se refieren a la subida de los precios de la energía como respuesta a los esfuerzos por frenar el calentamiento, pero eso es sólo una parte del problema, explica Kotz.
«Conocemos los efectos del cambio climático sobre la productividad, los fenómenos meteorológicos causados por el cambio climático, las olas de calor, etc., que reducen la productividad agrícola», explicó Kotz. «Pero esto también repercute en la inflación de los alimentos y en la inflación general».
El estudio señala como ejemplo la ola de calor de 2022 en Europa. El fuerte calor redujo el suministro de alimentos, lo que provocó una subida de dos tercios de punto porcentual en los precios de los alimentos y un aumento de un tercio de punto porcentual en la inflación general, según Kotz. Los precios subieron aún más en Rumanía, Hungría y partes del sur de Europa.
«El principal resultado sobre la relación histórica entre las anomalías regionales de temperatura y la inflación nacional me parece creíble», afirmó Frances Moore, economista medioambiental de la Universidad de California en Davis que no participó en el estudio. «Las conclusiones son importantes. La variabilidad de precios en bienes esenciales como los alimentos es muy dolorosa para los consumidores«.
Kotz explicó que el análisis constató que la presión inflacionista sobre los precios de los alimentos y otros productos es peor en las zonas y estaciones más cálidas. Por ello, Europa y Norteamérica pueden no verse tan afectadas como el Sur Global, que podría permitírselo menos, dijo.
Fuente: La Opinión DE MÁLAGA